Referencia

Y aunque viva cien años de soledad y pase la mayor de las metamorfosis, no habrá ningún súper-hombre que pueda contra mi odisea.

Y aún cuando sea un fantasma de dos mundos, volveré como un príncipe, sin caperuzas, no le temo a los lobos; brujas o caballeros oscuros.

Y aunque vivo en mi barrio, cuyo nombre no logro acordarme, habrá siempre pan para el Descartés en mi Platón. No logro conciliar ideas en mi mente en una caverna y aunque las manzanas caigan sobre mi cabeza, sigo en blanco.

Aunque no soy Mexicano, vivo el fuego de cada día, en El Marco de las cosas, sonrío frente a este fantasioso nunca jamás que siempre se presenta entre mis ojos.

Y aunque el escritor no tenga nadie quien le escriba, siempre habrán cuentos peregrinos que le diviertan o tal vez la Luna de enfrente me forje... Lo importante es que está noche escribiré los versos más tristes.